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5 pasos para una diversión segura bajo el sol de verano

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(Family Features) Con una gran cantidad de actividades disponibles durante los meses de verano, desde natación y caminatas hasta deportes organizados y juegos espontáneos en el jardín, la luz del sol conduce a la diversión en casi todas partes. Es importante tener en cuenta algunas precauciones de seguridad para ayudar a disfrutar esos momentos al máximo, ya sea que la diversión de su familia tenga lugar cerca del agua, en el estadio de béisbol o en el vecindario.

Considere este consejo de los expertos de la American Heart Association para un verano seguro.

Manténgase hidratado
Los meses calurosos y húmedos conducen a realizar más actividades al aire libre donde las temperaturas cálidas pueden provocar sudoración y pérdida de líquidos y electrolitos. Mantener el cuerpo hidratado es importante para un funcionamiento óptimo, especialmente bajo el calor. Lleve consigo botellas y recipientes de agua recargables para asegurarse de beber mucha agua cuando el verano llama a la diversión en cualquier lugar. Además de beber mucha agua, puede complementar la alimentación comiendo alimentos con alto contenido de agua como melones, lechuga y pepinos. Esté atento a los signos y síntomas de deshidratación leve, que incluyen boca seca o pegajosa, dolor de cabeza, calambres musculares, fatiga o disminución de la micción. Los casos más graves pueden incluir náuseas o vómitos, confusión, mareos, latidos del corazón rápidos o irregulares, respiración rápida, convulsiones o pérdida del conocimiento.

Mantenga la piel saludable
Se debe comenzar a tomar medidas para proteger la piel antes de exponerse al sol, ya que puede ser fácil quedar atrapado en las alegrías del verano y olvidarse de esos rayos dañinos. Evitar pasar tiempo al aire libre en las horas del mediodía ayuda a limitar la exposición, pero también puede no ser una realidad para familias ocupadas con eventos deportivos, compromisos para ir a la piscina y más. El uso de protector solar puede ayudar a reducir el riesgo de quemaduras solares, cáncer de piel y aparición temprana de arrugas; los expertos recomiendan usar un factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) 30 o superior al menos 30 minutos antes de salir al sol y volver a aplicar al menos cada dos horas durante largos días al aire libre. También considere usar ropa que proteja la piel, como anteojos de sol, un sombrero de ala ancha y camisas de manga larga y pantalones ligeros.

Aprenda a realizar la RCP
Con el verano llega el descanso, la relajación y la diversión, pero también puede traer un mayor riesgo al pasar más tiempo bajo el calor y cerca del agua. Un promedio de 33 ahogamientos
ocurren en los EE. UU. cada día, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y un tercio de ellos son mortales. Saber realizar la RCP (reanimación cardiopulmonar) podría ser la clave para salvar a alguien de un paro cardíaco o ahogamiento. Si se realiza de inmediato, puede duplicar o triplicar las posibilidades de supervivencia de la víctima de un paro cardíaco, según la American Heart Association. Sin embargo, solo alrededor del 40% de las personas que experimentan un paro cardíaco por fuera del hospital reciben ayuda antes de que lleguen los profesionales.

Debido a que aproximadamente el 72% de los paros cardíacos por fuera del hospital ocurren en los hogares, es probable que intente salvar la vida de un ser querido (un familiar, cónyuge, padre/madre o amigo) si se le pide que realice la RCP. Llame al 9-1-1, o envíe a alguien para que lo haga, luego presione fuerte y rápido en el centro del pecho de la persona hasta que llegue la asistencia médica. Utilice un desfibrilador externo automático (DEA), si está disponible, de acuerdo con las indicaciones. Si ha recibido capacitación, tiene una mascarilla de bolsillo y está dispuesto y es capaz, administre respiraciones, ya que son importantes para los niños y en situaciones como ahogamientos. Puede obtener más información sobre la RCP solo con las manos y la RCP convencional a través de los recursos proporcionados gracias al apoyo nacional de Elevance Health Foundation.

Practique la natación segura
Chapotear y nadar en una piscina, lago, río u océano favorito brinda recuerdos para toda la vida, pero también puede ser peligroso sin las precauciones adecuadas. Uno de los pasos más importantes es asegurarse de que los niños sepan nadar y comprendan que no está bien nadar solos, incluso para los adultos. Usar chalecos salvavidas puede prevenir accidentes, ya sea que esté en un bote o en el agua, y designar a un “vigilante del agua” que no se distraiga puede ayudar a identificar una situación peligrosa antes de que se desarrolle.

Asegure la piscina
Incluso cuando no está en uso, una piscina puede ser un peligro, especialmente para las familias con niños pequeños que pueden tener la tentación de jugar mientras los adultos no están cerca. La instalación de cercas con puertas de cierre automático de al menos 4 pies de altura alrededor de las piscinas de los patios traseros puede ayudar a separar a los niños juguetones de las situaciones peligrosas. Además, asegúrese de guardar los tubos de flotación, juguetes, flotadores y otros accesorios de la piscina una vez que termine el tiempo de bañarse en la piscina para mantenerlos fuera de la vista y de la mente; estos símbolos de diversión pueden tentar a los más pequeños y llevarlos hacia el agua cuando no hay supervisión.

Encuentre más formas de mantener segura a su familia este verano visitando heart.org.

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Señales de agotamiento por el calor
Cuando esos brillantes y soleados días de verano los llamen a usted y a sus seres queridos a salir, tenga en cuenta estos signos de enfermedades causadas por el calor, como calambres, agotamiento o insolación. Incluso en los días en que no parecen extremos, el calor y la humedad pueden pasar factura. Si experimenta alguno de estos síntomas, busque sombra, tómese un descanso y beba agua para bajar la temperatura de su cuerpo. Sin embargo, si los síntomas continúan y empeoran o no mejoran con la hidratación y el enfriamiento, busque atención médica.

  • Dolor muscular, calambres o espasmos
  • Sudoración abundante o pérdida de la sudoración
  • Palidez
  • Mareo
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas o vómitos
  • Confusión
  • Desmayo o inconsciencia
  • Temperatura corporal alta (más de 100 °F) con piel seca
  • Pulso rápido

Fotos cortesía de Getty Images


SOURCE:
American Heart Association

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